En Toronto, Canadá, compartirá un encuentro con Peter Munk. El veto a la Ley de
Protección de Glaciares y el peligro de la minería a cielo abierto.
Cristina recibió al presidente de la Barrick Gold, Peter Munk, en abril del año pasado. De espaldas, el gobernador Gioja.
La presidenta Cristina Fernández aceptó para mañana la invitación de Peter Munk, presidente de la poderosa minera Barrick Gold, para almorzar a las 14 en Toronto, Canadá en el marco de la cumbre del G-20, que se desarrolla en ese país.
La empresa, que en Argentina opera en la provincia de San Juan, ha sido una de las más beneficiadas al momento de explotar recursos nacionales. Fernando Pino Solanas, diputado de Proyecto Sur, criticó el encuentro consultado por Perfil.com: "Me parece que los almuerzos de la presidenta con el titular de la Barrick, que es el símbolo de la megaminería - una de las dos o tres principales auríferas del mundo que produce con la técnica a cielo abierto y con sustancias tóxicas - son una burla al reclamo de miles de pobladores afectados por la contaminación que produce la megaminería".
El cineasta recordó que "la afrenta que fue para el Congreso de la Nación que la Ley de Protección de los Glaciares votadas por ambas cámaras por unanimidad recibiera el veto total por parte de la presidenta a pedido de la Barrick y de José Luis Gioja, gobernador de San Juan, su asociado en Argentina".
En mayo del año pasado, la jefa de Estado había anunciado junto a los empresarios la construcción del proyecto binacional minero Pascua Lama, el primero de su tipo en el mundo con una inversión superior a los 3.000 millones de dólares.
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