Los metales preciosos están de moda”, sintetiza el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, repasando las cifras. La semana pasada, el oro se disparó a US$ 1,226 la onza, un récord que ya había asombrado a todos los mercados en diciembre último. La plata, en tanto, continúa auspiciosa entre los US$ 17 y US$ 18 la onza, y diversos analistas han pronosticado que se convertirá en la inversión estrella del año.
En el último decenio, la escalada superó pronósticos: de 288% en el precio del oro y 220% en el de la plata. Este metal tuvo su pico en el 2008, cuando se cotizó a US$ 21.
Pero esta moda no tiene glamour. Está asociada a la incertidumbre que traen las crisis. La escalada de precios arrancó tras el 11-S. Las guerras en Medio Oriente, los ataques terroristas en Europa y la última crisis económica mundial, entre otros factores, multiplicaron la compra de metales preciosos, principalmente el oro, inversión refugio por excelencia.
La crisis griega ha renovado las alarmas. “Pese a que el Banco Central Europeo confía en que la crisis de Grecia está fuera de discusión, el mercado parece nervioso”, aseveró Pradeep Unni, analista de Richcomm Global Services, a la agencia Reuters.
A esto se suman los enormes paquetes de estímulo económico y rescate bancario en Estados Unidos. Los inversionistas temen que estas medidas debiliten el dólar y generen inflación. La búsqueda de refugios seguros vuelve a reforzar al metal dorado.
Con ese panorama, se avizoran picos más altos. Algunos expertos estiman que el precio del oro alcanzaría los US$ 2,400 por las previsiones inflacionistas, el acopio del metal de muchos bancos centrales e inversores privados y la demanda creciente de economías emergentes, como China e India, aseguró Oro Direct el último viernes 7.
Otros expertos vislumbran el límite en los US$ 1,500 a mitad del 2010, si se mantiene la debilidad del dólar, publicó la Asociación Española de Numismáticos Profesionales.
Pero no todo es optimismo. Durante el último Foro Económico Mundial en Davos, en enero pasado, el legendario inversionista George Soros rotuló al oro como la última burbuja activa. “Cuando las tasas de interés son bajas, se crean las condiciones para que se desarrolle burbujas de activos, y se están desarrollando en este momento. La última burbuja de activos es la del oro”, sostuvo en una entrevista televisiva de CNBC.
El mismo Soros duplicó su inversión en el preciado metal. Soros Fund Management aumentó en 152% sus inversiones en SPDR Gold Trust, el más grande fondo de inversión en oro. De esta manera, espera ganancias antes de que la burbuja reviente.
La plata no se queda atrás. Según los más entusiastas, como el analista Martin Hutchinson, podría alcanzar los US$ 100 este año y tocar los US$ 250 en el 2011. Los factores principales serían la creciente demanda de China y la recuperación de las industrias en el mundo.
En marzo último, el gobierno chino inició una fuerte campaña a través de la televisora estatal CCTV. El régimen insta a la población comprar plata, más asequible que el oro, para que el impacto de la inflación sea menor. Considerando los 1,300 millones de habitantes chinos y un ratio de ahorro elevado, esto podría disparar el precio del metal.
En otro flanco, el uso industrial de la plata está elevando su demanda. “Tiene aplicaciones numerosas. En este sentido, el precio estará muy ligado a la recuperación económica de Estados Unidos, Japón, India y China, principales consumidores de plata para uso industrial”, explicó Francisco López, analista de X-Trade, a Cotizalia.
CAZAINVERSIONES
El Perú, depositario excepcional de metales preciosos, no puede cruzarse de brazos. En el 2009, sus minas dieron 182.4 toneladas de oro (5.8 millones de onzas finas), que representaron el 7.8% de la producción mundial del mineral que desgració a Atahualpa. Además, aportaron 3,854 toneladas de plata (123.9 millones de onzas finas), que significaron un 18% de la producción de este metal en todo el planeta.
Nuestro país es el sexto productor de oro del mundo y el primero en Latinoamérica. Asimismo, se ha consolidado como el líder mundial en la producción de plata. En la región, encabeza la producción de zinc, plomo, bismuto, estaño y teluro; aparece en segundo lugar en la producción de molibdeno, selenio y cadmio; y es el quinto en la de hierro.
“Gracias a la variedad de productos minerales que tenemos en nuestro territorio, la baja en los precios de algunos minerales ha sido compensada con el incremento de los precios de otros, principalmente el oro, la plata y estaño”, manifiesta el ministro Sánchez.
También destaca la estabilidad regulatoria y esquemas que promueven la confianza de los empresarios mineros. Con ese paquete, invita a grandes mineros a aventurarse en la tierra de los Incas. En marzo último, salió a la caza de nuevas inversiones en la Convención Anual de Prospectors and Developers Association of Canada (PDAC).
El stand peruano fue uno de los más visitados por los inversores, que evalúan futuros negocios. “No podemos dar nombres, pero se trata de empresas mineras reconocidas a nivel mundial procedentes de Estados Unidos, Canadá, China y Australia”, comentó el ministro de Comercio Exterior, Martín Pérez, que también integraba la delegación.
El Perú ocupa el tercer puesto de las reservas auríferas mundiales, según el US Geological Survay, y tiene una situación auspiciosa en otros metales. Sin embargo, solo se explota el 10% del territorio que tiene potencial minero y apenas se ha explorado el 0.67 % del territorio peruano. Con una intensa política de promociones, el gobierno busca nuevos proyectos mineros que actualicen a nuestros tiempos la alegórica exclamación: “¡Vale un Perú!”.
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