viernes, 16 de julio de 2010

Insólita alianza del PRO y K impidió que la ley de Glaciares se gire al Senado

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16/JULIO/2010

La oposición se impuso con 129 contra 86 en la votación en general, pero la sesión cayó en el debate punto por punto. Parte del bloque liderado por Pinedo se levantó luego de que no le permitieron hacer modificaciones en el artículo 2 –que define la polémica área periglaciar-.

Minutos más tarde, los acompañó en la salida todo el oficialismo. La iniciativa terminará de tratarse en 15 días si consiguen quórum.

Cuando todo parecía encaminado, la media sanción de de Diputados a la ley de Glaciares quedó trunca con una insólita alianza entre el PRO y el kirchnerismo.

Luego de aprobar la norma en general, el oficialismo y macrismo se levantaron de sus bancas e hicieron caer la votación en particular, por lo que no pudo ser girada al Senado. Y el acuerdo al que habían llegado Miguel Bonasso, diputado de Diálogo por Buenos Aires, y Daniel Filmus, senador kirchnerista, quedó en una suerte de stand by.

Ambos legisladores, que impulsaban proyectos distintos pero parecidos, habían pactado modificar algunos artículos de la iniciativa que se iba a tratar en Diputados para evitar que se traben mutuamente -la de Filmus, que tiene media sanción en el Senado, no es aceptada por la mayoría opositora y la de Bonasso es rechazada por el kirchnerismo, el PRO y el Peronismo Federal

"Hemos tomado lo mejor de los dos proyectos, preservando un objetivo común, la preservación de los glaciares", contó el ex ministro de Educación el martes por la mañana, antes de que se iniciara la sesión, y aseguró que ya se lo había comunicado al jefe del bloque kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi. "Estamos frente a un acuerdo histórico", se regocijó Bonasso y aseguró que con este acuerdo la ley saldría sin mayores problemas. Todo parecía girar sobre ruedas, pero no fue así.

Primer tropezón

Al principio de la sesión Rossi pidió que se les otorgara 15 días más para poder analizar el nuevo proyecto. “Es evidente que hay una crisis en el bloque K y que los legisladores de las provincias mineras están presionando por el lobby de la Barrick Gold para demorar la ley”, razonaron en el bloque de la centroizquierda.

Esta iniciativa –redactada originalmente por Marta Maffei- ya fue votada en 2008, sancionada por unanimidad de ambas Cámaras del Congreso, pero vetada por Cristina Kirchner con una dudosa argumentación (ver "Barrick Gold presionó para que Cristina vete la ley de Glaciares" y "Los negocios de Gioja, detrás del veto a los Glaciares").

Bonasso se negó a postergar el debate. “Voy a darle una primicia de periodista. Acabamos de recibir una llamada del senador Filmus aludiendo que si me rehusara a aceptar la prorroga, él mantiene el acuerdo y va a prometer que se mantenga en el Senado. La noticia es que no vamos a aceptar esta postergación porque hace tres años esta ley está en danza”, dijo simplemente y acusó a "los diputados de San Juan" de pedir "tiempo para sacar leyes provinciales que estén en conflicto con la ley nacional".

Pero las formas de avanzar de Bonasso molestó a algunos diputados, ya no sólo del oficialismo, sino también del PRO.

“No creemos que sea un buen método que se modifiquen los dictámenes después de firmados, sin permitir un ámbito de análisis”, se quejó el macrismo esta mañana en un comunicado de prensa.

“El acuerdo fue notificado a todos los bloques y el nuevo proyecto se repartió en los despachos por la mañana. Se trata de una ley que viene tratándose desde 2008, no fueron muchas las modificaciones y la iniciativa apenas tiene 18 artículos en cuatro carillas. Tuvieron como 15 horas para verlo antes de la votación”, retrucan desde Diálogo por Buenos Aires.

Pese a la indignación del kirchnerismo y del PRO, la sesión continuó y pasadas las 3 de la mañana en la votación de la ley en general, el proyecto mixto recibió el apoyo de 129 diputados y fue rechazado por 86. Fue aprobada con los votos de los bloques de la UCR, Coalición Cívica, Peronismo Federal, GEN, Socialismo, el PRO, Nuevo Encuentro, Concertación Forja, Movimiento Popular Neuquino y el interbloque de centroizquierda.

El problema surgió cuando comenzó a tratarse punto por punto.

Sin quórum

El artículo más polémico de todos -el Nº 2 que define la zona periglaciar donde queda prohibida cualquier actividad industrial- logró el visto bueno de los legisladores, pero no de todos. Las críticas no sólo llegaron de la mano del kirchnerismo, sino también del PRO.

Se trata del artículo que define la zona periglaciar y es el que más se debate. "Las mineras y las provincias que tienen acuerdos con ellas hacen lobby para que sea lo más reducida posible, así las que ya mantienen actividades allí podrán seguir haciéndolo", explicaron cerca de Bonasso a LPO.

El diputado acordó con Filmus que a su proyecto , donde se considera "ambiente periglacial en la alta montaña, al área con suelos congelados que actúa como regulador del recurso hídrico", se le agregó que también comprende "en la media y baja montaña al área que funciona como regulador de recursos hídricos con suelos saturados en hielo".

“Es ambigua, habla de todos los suelos congelados y no da mayores especificaciones –explicó la diputada macrista Gladys González a LPO- Esto, sumado al artículo Nº 6 que establece las actividades prohibidas en esas zonas, provoca que no se pueda llevar a cabo ninguna actividad en prácticamente toda la cordillera”.

En ese momento, el jefe del bloque PRO, Federico Pinedo, advirtió que si no se les aceptaba los cambios en el artículo, también rechazarían el Nº 6. Y antes de tratarlo, él, González y Jorge Triaca se levantaron de sus butacas. Y los siguió el kircherismo que, veloz en el conteo, dejó sin quórum a la oposición y sin la gloria a Bonasso quien ya paladeaba la victoria de imponer su proyecto sobre el del kirchnerismo al que acusa de estar cooptado por el lobby de la minera Barrick Gold.

De esta manera, el macrismo fue funcional al Gobierno. "Nosotros expresamos el rechazo en el artículo Nº 2 y anticipamos el del Nº 6. En el momento en que no nos aceptan introducir cambios en la definición del área periglaciar, entendimos que que ya habíamos hecho todo lo que teníamos que hacer y nos fuimos", explicó Gladys González. "No hubo especulación ni intención de hacer caer la sesión. La próxima sesión en la que se siga el debate vamos a sentarnos para dar quórum, como lo hicimos en esta para tratar el proyecto", anticipó.

Acuerdo fallido

Un día antes de la sesión Bonasso y Filmus acordaron un proyecto común con algunas modificaciones en la iniciativa del diputado. Ayer a la mañana ambos salieron en todas las radios anunciando el pacto al que habían llegado para sacar, con el apoyo de oficialismo y oposición, la ley. Pero el entusiasmo duró hasta esta madrugada.

“El proyecto de Bonasso no se iba a aprobar en el Senado y corríamos el riesgo de que quedaran trabados el de él y el mío, que fue votado por todos los senadores. Lo ideal era tener ley, por lo que es bueno haber llegado a un consenso”, explicó el senador antes de la sesión. "Hemos tomado lo mejor de los dos proyectos, preservando un objetivo común, la preservación de los glaciares", contó. "Estamos frente a un acuerdo histórico", se regocijó Bonasso.

Ambos acordaron modificar el artículo 2 que define la zona periglaciar y el 15 que establece su control. En el primero fue el diputado quien cedió ante el oficialismo –además de comprender al zona de alta montaña, ahora se incluye la media y la baja montaña- y en el segundo, el senador cedió ante el diputado –dejó como autoridad de aplicación al organismo nacional de mayor nivel jerárquico con competencia ambiental -algo muy resistido por las provincias-.

Si el PRO cumple y la oposición se mantiene firme para dar el quórum necesario, la próxima sesión será en 15 días.

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