16 Julio 2010
Si bien se estima que mañana la Cámara baja trate los proyectos de protección de glaciares, las divisiones en el kirchnerismo y la resistencia de los legisladores “mineros” serían obstáculos para sesionar. Pese a esto, hay optimismo en parte de la oposición para avanzar en el proyecto de Miguel Bonasso.
Desde el veto presidencial en noviembre de 2008, la ley de glaciares se ha convertido en una de las deudas más polémicas del Congreso. Hoy, mientras en la frontera argentino-chilena avanza el proyecto “Pascua Lama” dirigido por la mega-minera canadiense Barrick Gold, la ley de presupuestos mínimos para la protección del área glaciar y periglacial ha dividido las aguas en la Cámara de Diputados.De hecho, el pasado 11 de mayo, el plenario de las comisiones de Recursos Naturales y Minería dio despacho de mayoría al proyecto del diputado Miguel Bonasso, de Dialogo por Buenos Aires, el cual constituye un “clon” del que fue votado por unanimidad en ambas Cámaras y luego impugnado por el veto de la presidenta Cristina Fernández hace casi dos años.
Además, en aquella tensa jornada en el Anexo, el proyecto del senador Daniel Filmus -que cuenta con media sanción de la Cámara alta- no logró la mayoría numérica pero consiguió un dictamen de minoría. De paso, el diputado sanjuanino Juan Carlos Gioja, quien defendió a su hermano José Luís, gobernador de la provincia cuyana, criticó directamente los motivos de Bonasso: “Yo no creo que esto sea una convicción, esto parece una tozudez en orden de sacar rédito político”, fustigó.
En este marco, se estima que mañana los proyectos sean discutidos en el recinto de la Cámara baja. Pero los fantasmas de la falta de quórum vuelven a rondar los pasillos del parlamento. Por un lado, las diferencias en el arco oficialista dejaron a la vista la falta de homogeneidad en la bancada del Frente para la Victoria. Las grietas quedaron expuestas en la sesión por el Consejo de la Magistratura tras el cruce de Agustín Rossi y Eduardo Fellner. En el cuarto intermedio, los gritos entre los referentes se hicieron difícil de ocultar. Sumado a esto, los cuestionamientos del sector ultra K al jefe de bloque por sus acuerdos con la centroizquierda conspiran en la unidad del kirchnerismo en Diputados, por lo que todavía es una incógnita si bajaran al recinto este miércoles.
Asimismo, los diputados cuyas provincias explotan los recursos mineros no ven con buenos ojos la jugada de Miguel Bonasso de reimpulsar la ley vetada. En la votación del dictamen, Héctor Tomas, presidente de Minería, defendió la actividad minera en la provincia de San Juan porque “nosotros no tenemos soja, ni trigo, ni maíz, nosotros tenemos montañas. ¿De qué vamos a vivir si no es la minería?”, se preguntó el diputado del Frente para la Victoria. La misma visión es compartida por legisladores del cordón andino que, más allá de los bloques a los que respondan, dudan de que la ley de Bonasso pueda significar un “ataque” a los recursos económicos provinciales.
En el plenario también quedaron sentadas las posturas de los salteños Walter Wayar y Marcelo López Arias -peronismo federal- y de Gladys González -PRO-, quienes apoyaron la iniciativa del senador Filmus. En cambio, desde Proyecto Sur y Coalición Cívica se defendió con encono el proyecto “clon” de la diputada mandato cumplido Marta Maffei.
Ante este contexto, fuentes cercanas a Bonasso son optimistas: aseguran que el acuerdo con los sectores de la oposición –UCR, GEN, Proyecto Sur y Coalición Cívica- va a permitir no sólo sesionar, sino también darle media sanción a la propuesta del diputado de Dialogo por Buenos Aires. Pero son tantos los intereses en juego en ambos bandos que lo único seguro es que no va a ser un debate “light”. Y tarde o temprano tiene que darse.
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