La protección de los glaciares sólo consiguió una sanción a medias

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viernes 16 de julio de 2010

Diputados aprobó el proyecto en general. Pero los legisladores del oficialismo y sus pares macristas dejaron al recinto sin quórum cuando se votaba el articulado. Los intereses de la explotación minera amenazan a los recursos naturales

Definidos por la Real Academia Española como masas de hielo acumuladas en las zonas cordilleranas, los glaciares son grandes reservorios de agua que deben ser preservados de la depredación. La comunidad lo sabe, su clase dirigente también; pero los intentos por protegerlos parecen derretirse al calor de los intereses non sanctos.

Sin ir más lejos, la aprobación del proyecto concebido para protegerlos se vio frustrada ayer por la retirada de los diputados del oficialismo y parte de la oposición macrista, que dejaron a la sesión sin quórum tras nueve horas de debate.

La iniciativa fue aprobada en general y hasta su artículo 5, pero los otros doce puntos del articulado quedaron para dentro de dos semanas, como lo pretendían los diputados de las provincias cordilleranas.

A las tres de la madrugada, la iniciativa -fruto de una negociación entre el diputado Miguel Bonasso y el senador kirchnerista Daniel Filmus-fue aprobada en general por 129 votos afirmativos contra 86 del oficialismo. Pero se truncó cuando ya se había aprobado una buena parte de los artículos, entre ellos el 2, que define lo que se entiende por “zona periglacial” y que había generado polémicas.

Minutos antes de la votación y aunque el oficialismo se había inclinado por el primer proyecto de Filmus (que es más permisivo y que llegaba al recinto con media sanción del Senado), su jefe del bloque, Agustín Rossi, anunció que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le había comunicado que “cualquiera sea la decisión que tome el Congreso, no va a vetar” la ley. Su postura es distinta a la de hace dos años, cuando, a pedido de los gobernadores de las provincias mineras, vetó la ley que había sido sancionada por consenso en ambas cámaras.

Bonasso defendió su iniciativa y acusó a “los diputados de San Juan” de pedir “tiempo para sacar leyes provinciales que están en conflicto con la ley nacional”. También criticó la foto que se sacó la Presidenta con los gobernadores de las provincias mineras y ejecutivos de la compañía Barrick Gold (acusada de depredar recursos naturales en nuestro país); y les dio duro al gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, y a su hermano, el senador nacional César Gioja, a quienes vinculó con los intereses de las empresas mineras.

También le apuntó al secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral, al sostener que una empresa suya comparte “oficinas” de la calle Marcelo T. de Alvear con Barrick Exploraciones Argentinas, y remarcó con ironía: “Si tiene cola, melena, patas y garras de león, puede ser una leona, pero no una lagartija”.

El artículo 2, acordado con Filmus, establece una clara defensa de las áreas periglaciales, a las que define como “ambiente de la alta montaña” y “área con suelos congelados que actúa como regulador del recurso hídrico”.

Al defender su proyecto, Bonasso trazó un ejemplo contundente: “Queremos que haya agua para todos los argentinos. No queremos ser la Bolivia de Simón Patiño, un país que apostó a la riqueza minera y se convirtió en el más pobre de América Latina”. Acto seguido, alertó que el emprendimiento de Pascua Lama -a cargo de la Barrick- insumiría 240 millones de litros de agua por día.

Sospechas de lobby y tráfico de influencias

El proyecto de ley de Protección de los Glaciares que acordaron el senador Daniel Filmus y el diputado Miguel Bonasso (foto) define como “autoridad de aplicación” al “organismo nacional de mayor nivel jerárquico con competencia ambiental”.

De ese modo, deja fuera de la órbita provincial el control ambiental, algo que era resistido por los gobernadores de las provincias mineras.

La norma que en la madrugada de ayer se aprobó en general (y que luego de la aprobación del articulado pasará a la Cámara de Senadores) fue redactada sobre la base del texto que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner vetó en 2008, pero con algunos cambios técnicos.

Fue aprobada en medio de las acusaciones de diputados opositores por el presunto “lobby” de la minera Barrick Gold para obtener beneficios de los gobiernos nacional y sanjuanino.

En ese sentido, vale recordar que Bonasso y Elisa Carrió encabezaron una presentación judicial para investigar el presunto “tráfico de influencias” para la construcción de Pascua Lama en la provincia de San Juan.