Todos los huevos no se ponen en una misma canasta, dice el refrán. El gobierno de República Dominicana debieran pensarlo dos veces en vender el 49% de la Refinería Dominicana de Petróleo a Venezuela.
No solo a Venezuela, a cualquier otro país, más si este tiene entre sus negocios internacionales la comercialización de petróleo.
Probablemente sea suficiente con lo que le compremos el crudo y participemos en Petrocaribe.
Si además de suplirnos el petróleo, Venezuela, contara con la Refidomsa ¿Cuáles serían nuestras opciones en caso de que entre los dos países puedan ocurrir diferencias en el futuro?
El argumento del economista Guillermo Caram debe ser considerado por las autoridades: “La venta de las acciones de Refidomsa es muy peligrosa porque la inversión de otro Estado que expone al país a una agresión de un gobierno extranjero ante cualquier conflicto que se presente entre ambas naciones’.
Arturo Martínez se ha expresado en igual sentido cuando ha dicho: “Bastaría con que en cualquier momento haya una diferencia diplomática con Venezuela para que el país pueda tener problemas en el suministro de combustibles y eso no es correcto porque el gobierno dominicano no tendría el control del precio, la cantidad y del mercado de los combustibles en la República Dominicana como pasaba con la Shell”.
Hay que esperar que la cautela y sensatez del presidente Leonel Fernández en el manejo de los asuntos de Estado impida que tal operación ocurra, pues de hacerlo se estaría complicando más el futuro de Republica Dominicana con otro Estado.
A nuestro entender, lo correcto es que la Refidomsa quede en manos del Estado Dominicano, para que sirva de plataforma para cualquier contingencia que se le pueda presentar a su gobierno ante problemas de suministro del crudo.
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